Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

¿Sabes cuántos tipos de violencia existen? ¿Cuáles son las consecuencias psicológicas que producen? Te interesa saber esto para poder darte cuenta si lo están haciendo contigo.

El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha clave para reflexionar, visibilizar y actuar frente a una de las formas más graves de vulneración de derechos humanos. La violencia de género no se limita a lo físico; adopta múltiples formas, y cada una deja profundas cicatrices psicológicas que requieren nuestra atención como sociedad.

Tipos de violencia de género

  1. Violencia física
    Es la forma más visible de violencia y consiste en agresiones que dañan el cuerpo de la víctima, como golpes, empujones o cualquier forma de maltrato corporal. Aunque puede parecer la más evidente, muchas veces se minimiza o se justifica dentro de contextos familiares o de pareja.
  2. Violencia psicológica o emocional
    Incluye insultos, humillaciones, manipulación, amenazas y cualquier acción que degrade la autoestima o genere miedo en la víctima. Suele ser sutil y prolongada, lo que dificulta su identificación y denuncia.
  3. Violencia sexual
    Comprende desde abuso, acoso y violación hasta cualquier acción que implique forzar o coaccionar actos de naturaleza sexual sin consentimiento. Este tipo de violencia no solo ataca el cuerpo, sino también la autonomía y dignidad de la persona.
  4. Violencia económica o patrimonial
    Se refiere al control de recursos financieros o materiales para limitar la autonomía de la víctima. Esto incluye impedirle trabajar, retener su dinero, destruir sus bienes o negar el acceso a necesidades básicas.
  5. Violencia simbólica
    Más difícil de identificar, esta violencia se encuentra en mensajes, normas o actitudes culturales que perpetúan la desigualdad y subordinación de las mujeres. Por ejemplo, estereotipos de género o contenidos mediáticos que cosifican a las mujeres.
  6. Violencia institucional
    Ocurre cuando las instituciones no actúan con diligencia frente a las denuncias de violencia o revictimizan a la persona afectada. Esto incluye la falta de acceso a la justicia, burocracias innecesarias o actitudes discriminatorias por parte de profesionales.

Consecuencias psicológicas de la violencia de género

La violencia de género tiene efectos devastadores en la salud mental de las víctimas, que muchas veces persisten incluso tras cesar el maltrato. Entre las principales consecuencias psicológicas se encuentran:

  1. Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT):
    Las víctimas pueden revivir constantemente el trauma a través de recuerdos intrusivos, pesadillas o una hipervigilancia constante. Esto impacta severamente en su calidad de vida y bienestar.
  2. Depresión:
    La constante desvalorización y el sufrimiento prolongado pueden derivar en una pérdida de interés por la vida, desesperanza y pensamientos suicidas.
  3. Ansiedad y ataques de pánico:
    Muchas mujeres desarrollan un estado de alerta permanente, temiendo que la violencia vuelva a ocurrir, lo que desencadena crisis de pánico o ansiedad crónica.
  4. Baja autoestima:
    El abuso emocional repetitivo erosiona la autovaloración, llevando a las víctimas a sentir que no son merecedoras de respeto o felicidad.
  5. Trastornos psicosomáticos:
    El estrés acumulado puede manifestarse en síntomas físicos como insomnio, dolores musculares, problemas gastrointestinales o enfermedades cardiovasculares.
  6. Dificultad para establecer relaciones saludables:
    Tras haber experimentado violencia, muchas víctimas enfrentan barreras emocionales para confiar en otras personas, lo que puede afectar sus relaciones futuras.

La importancia de romper el ciclo de violencia

La violencia de género no solo afecta a las mujeres directamente involucradas, sino también a sus familias, comunidades y generaciones futuras. Los hijos e hijas expuestos a este tipo de violencia suelen desarrollar problemas emocionales, de comportamiento o replicar patrones de abuso en su vida adulta.

Como sociedad, tenemos la responsabilidad de reconocer todas las formas de violencia, sensibilizarnos y brindar apoyo a las víctimas. Desde el acompañamiento psicológico hasta la denuncia activa, cada acción cuenta para erradicar esta problemática.


Si estás viviendo una situación de violencia, no estás sola. Busca apoyo en redes de confianza, profesionales de la salud mental o líneas de atención en tu país. Cada paso hacia la recuperación es un acto de valentía.

¡Actuemos juntos este 25N para construir un mundo libre de violencia!