¿Cómo puedo ayudar a una persona con ataques de pánico?

Los ataques de pánico son episodios de ansiedad intensa que pueden aparecer de forma súbita y generar síntomas físicos y emocionales intensos, como falta de aire, taquicardia, sudoración y pensamientos de pérdida de control o muerte inminente. Para alguien que experimenta estos episodios, el miedo y el malestar pueden ser debilitantes. Si tienes un ser querido que sufre ataques de pánico recurrentes, existen maneras efectivas de apoyarlo y acompañarlo durante esos momentos difíciles.

Aquí te compartimos estrategias y consejos útiles:

1. Comprende qué es un ataque de pánico y cómo funciona

Un ataque de pánico es una respuesta del cuerpo y la mente que se activa ante situaciones de temor extremo, aunque a veces parece que no hay una amenaza real evidente. La reacción física es similar a la respuesta de «lucha o huida» y puede durar entre 5 a 30 minutos, aunque en algunas personas puede extenderse más. Informarte sobre los síntomas y causas de los ataques de pánico te ayudará a actuar con calma y empatía cuando ocurra uno.

2. Mantén la calma y sé una presencia segura

Durante un ataque de pánico, la persona puede sentirse atrapada en un círculo de miedo y desesperación. Mantener la calma y ofrecer una presencia tranquila y reconfortante puede ser de gran ayuda. Hablar con un tono de voz suave, asegurándole que está a salvo y que el episodio pasará pronto, puede ayudarle a reducir el nivel de ansiedad.

3. Practica la escucha empática sin juzgar

Las personas que enfrentan ataques de pánico suelen temer ser juzgadas o incomprendidas. Escucha sus experiencias sin minimizarlas y demuestra comprensión con frases como “Estoy aquí para ti” o “Sé que esto es difícil, pero no estás solo/a”. Este tipo de respuestas puede ayudarle a sentirse acompañado y comprendido, lo cual es clave para manejar la ansiedad.

4. Apóyale en técnicas de respiración y relajación

Los ejercicios de respiración profunda y pausada pueden ayudar a reducir la intensidad de un ataque de pánico. Puedes guiarlo con instrucciones sencillas, como inhalar lenta y profundamente por la nariz, retener el aire unos segundos y exhalar lentamente por la boca. Otra técnica es ayudarle a enfocarse en contar objetos en su entorno para distraer su mente del miedo.

5. Utiliza el enfoque de “enraizamiento” para anclar a la persona al presente

El enraizamiento es una técnica que ayuda a redirigir la mente a lo que está ocurriendo en el presente. Puedes guiarlo usando los cinco sentidos: pídele que nombre cinco cosas que puede ver, cuatro que puede tocar, tres que puede escuchar, dos que puede oler y una que puede saborear (si es posible). Esto ayuda a alejar los pensamientos catastróficos y a restablecer una sensación de control.

6. Mantén un ambiente cómodo y tranquilo

Durante un ataque de pánico, la persona suele ser muy sensible a su entorno. Asegúrate de que esté en un espacio tranquilo, lejos de ruidos fuertes o luces intensas. Si es posible, ayúdalo a sentarse o recostarse en una posición cómoda y segura. El objetivo es reducir cualquier estímulo que pueda intensificar sus síntomas.

7. No tomes decisiones por él, dale autonomía y opciones

La ansiedad intensa puede hacer que la persona sienta que pierde el control. En lugar de decirle exactamente qué hacer, dale opciones como: “¿Te gustaría intentar respirar juntos?” o “¿Prefieres que te dé algo de espacio o que me quede contigo?”. Esto no solo respeta sus necesidades personales, sino que también le devuelve la sensación de control, fundamental en momentos de crisis.

8. Anímale a buscar ayuda profesional

Si los ataques de pánico son recurrentes, es importante que la persona reciba ayuda profesional. Puedes sugerirle suavemente que considere acudir a un psicólogo o psiquiatra para aprender a manejar estos episodios. La terapia cognitivo-conductual, por ejemplo, ha demostrado ser efectiva para el tratamiento de ataques de pánico. Ofrécele tu apoyo en la búsqueda de un profesional adecuado y, si lo permite, acompáñalo en el proceso.

9. Apoya el desarrollo de hábitos saludables

Aunque no puedes evitar que los ataques de pánico aparezcan, sí puedes ayudar a reducir su frecuencia apoyando a tu ser querido en adoptar un estilo de vida saludable. Los hábitos como el ejercicio regular, una alimentación balanceada y dormir bien son beneficiosos para el bienestar emocional y pueden contribuir a reducir la ansiedad a largo plazo.

10. Reconoce tus propios límites y cuida tu bienestar

Ayudar a alguien con ataques de pánico puede ser desafiante, y es importante que no descuides tu propio bienestar. Dedica tiempo a descansar y a realizar actividades que te renueven. Si sientes que necesitas apoyo, no dudes en buscarlo. A veces, el acompañante también necesita ayuda para sobrellevar la situación de la mejor manera posible.

Acompañar a una persona que sufre ataques de pánico recurrentes es un acto de empatía y comprensión que requiere paciencia, conocimiento y una actitud de apoyo incondicional. Si bien no puedes evitar que ocurran los ataques, tu presencia puede hacer una gran diferencia. Recordar técnicas como la respiración guiada, el enraizamiento y el respeto de sus límites y decisiones son pasos importantes para ayudar a que tu ser querido enfrente los ataques con mayor tranquilidad. Con un apoyo constante y compasivo, puedes ser un pilar esencial en su camino hacia el manejo y la superación de los ataques de pánico.